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INTRODUCCIÓN

El director es considerado la máxima autoridad de un centro educativo, por lo tanto es la persona que planifica, coordina, evalúa todas las actividades que se desarrollan dentro de la misma. Por la naturaleza  de su cargo el director debe ser un agente de cambio o sea aquella persona que propone, promueve, dirige,  todas las actividades que lleven a la consecución de la mejora continua dentro de su institución.
De acuerdo Molinar (2001) p: 17 “El líder en la educación es aquel que está comprometido con el ejercicio de su profesión; aquel que constantemente está aprendiendo y desarrollando habilidades nuevas; aquel que comparte una meta común con sus estudiantes y su institución; aquel que destierra el conformismo y la pasividad y aquel que inspira a sus alumnos para ser mejores personas y ciudadanos”. Como líder y agente de cambio esta persona debe ser democrática, practicando un liderazgo distribuido, hacer que su cuerpo docente también alcance la plenitud de su trabajo y que todos sientan un alto grado de compromiso con la institución y con su labor dentro y fuera del aula de clase en particular.
Con algo estamos de acuerdo con Paulo Freire en su libro pedagogía del Oprimido cuando dice que   “Nadie se educa solo, nadie educa a nadie, todos nos educamos en socialización con los demás. A esto le podemos atribuir que las funciones que el director realiza dentro de su centro serán casi vanas cuando los quiera realizar por su propia cuenta. En cambio si incluye a su cuerpo docente, padres de familia, y porque no la comunidad, estos cambios podrían dar los frutos deseados.